Hogwarts Sundown

Los Cuatro Magos


Todo indicaba que el hallazgo era en una zona deshabitada, tal vez a millares de kilómetros de Hogwarts, de Francia, de Suecia, de Alemania o de Inglaterra. Nadie supo exactamente la ubicación pero si de algo estaban seguros que ese hallazgo cambiaría el mundo, tanto mágico como el muggle. Y todos correrían los mismos riesgos, sin importar condiciones de linaje o cuestiones económicas sin contar políticas. Solo dos, o quizá tres reportajes fueron efectuados a través de un periodista del Ministerio. Los testigos quedaban impactados a la misma vez que daban su declaración.
-E-eran cuatro. Sí, los recuerdo bien. Dos niñas y dos niños.- Una aurora del tamaño de un elfo, que probablemente había sido reducida por un encantamiento.
-Bebes. Aunque me imagino que ahora serán estudiantes ... O, tal vez no. Tal vez se los tragó un troll, aunque lo dudo pues estaban bajo la protección de una nación entera.- Dijo Mathilda Beverlyes. Una maga del Ministerio.
-Yo lo dudo.- Mencionó el señor Kragges. -Quiero decir, el Ministerio tapó todo, pues a nadie le vendría bien enterarse, esos niños no existen ... tienen estudio privado, deportes privados, vida privada. Básicamente solo unos pocos sabemos sobre ellos. Sería crucial para cualquiera saber la condición en la que se encuentran, ubicación, etcétera.
-A mí me parece terrible.- Explicó con expresión seria el señor Batherstill- Y con esto me refiero al sufrimiento que esos cuatro niños -por separado- deben sufrir ... sin relaciones, sin vida ligeramente a la deriva.
-No lo veo así Timeria.- Razonó el señor Billingham- Creo que ocultarlos es la única salida, de lo contrario ... cualquiera estaría tentado a decirlo, más porque sabemos que en el Ministerio no todos son fiables.
-¿Y entonces por qué el Ministerio está tan confiado de que ninguno de nosotros dirá nada?- Cuestióno Roosevelt, un profesor de Hogwarts.
-Porque, contando que somos cinco, incluyendo al Ministro Churchill, hemos sido probados con un hechizo de la verdad o poción más bien diría. Claro, ninguno de nosotros caímos en ello, puesto que el té es casi adictivo para los de la burocracia.
-¿Y por qué tan importante son estos bebes?- Inquirí, demandando explicaciones.
Todos en la sala me miraron extraños. Apavilados. Sorprendidos y con expresiones que solo reflejaban temor, a veces confusión y ... quizá arrepentimiento. Solo una voz se oyó, la de Charles Roosevelt.
-Porque ... claramente, son descendientes de los magos primitivos: Helga, Rowena, Godric y Salazar.- Mis oídos casi explotan porque ahora eramos siete quiénes entendían sobre el tema.


El Gran Dilema

Lo que Churchill pensó fue en cubrir todo, ni siquiera dar índice sobre la noticia y así fue. Todo se preparó para que no quede rastro de la historia que en realidad cambiaría las vidas de todos. Muchos estuvieron de acuerdo y otros en la oposición pero era desinformar de un suceso a miles para salvar a docenas de miles. El bien mayor benefició y tomó valor en la decisión de muchos magos, gracias a este tipo de voto se aclararon muchas preguntas más y asimismo la "noticia" se divulgó por el Ministerio entero, o rodeando un número cercano.
-¿Qué sucederá con ellos?-
-¿Cómo saben que son descendientes de los magos primitivos?-
-¿Cómo los encontraron?-
-¿Por qué allí?-
Clases de preguntas con respuesta inexplicable. O solo en algunas.
-Es simple. Por ahora solo se protegerá su identidad, su ubicación y demás. Es un tema delicado y que corresponde e involucra a muchos departamentos, al menos juramos lealtad hacia la entidad que en realidad es El Ministerio, en caso de que se filtre alguna noticia sabemos cómo actuar, tenemos frente a nosotros un protocolo a seguir. No deberían preocuparse ni tomar tantas expectativas de nada.
-¿Cómo lo sabemos? Bastó -al menos con el descendiente de Godric- mirarle a los ojos. Ese talento nato, parecía llevar fuego en las venas. Con la descendiente de Rowena y Helga nos sucedió casi lo mismo aunque nos costó más tiempo y con la de Slytherin, bueno, digamos que su estilo natural en los encantamientos nos provocó cierta incertidumbre hasta que lo identificamos.
-Fue una vecina, o al menos eso creemos porque no teníamos registro de ella. Ella nos alertó, por lo tanto suponemos que no tenía el interés de quedarse con los niños y ni tendría idea de quiénes eran. Maylenne Rockhart. Era una maga muy gentil y recibió una gran recompensa, seguramente esté muy feliz en esos campos.
-¿Y por qué allí? Eso lo sabe el destino. Fue en cierto modo un milagro puesto a que nos tocó la gente indicada, el momento indicado y el lugar indicado. Casi por magia ¿no?
Las entrevistas al ministro continuaron pero en realidad era innecesario porque no todas las preguntas tienen respuestas. La noticia quiso mantener su propio perímetro y trataron de no divulgarla, no hasta que esté confirmado del toda. La prensa, los magos, todo el mundo mágico enloquecido. Teorías, respuestas, preguntas, sin embargo de los niños no se supo más nada.