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Nos encontramos en Florencia, una bonita ciudad situada al norte de la región central italiana. Posee unos 370.000 habitantes, ricos, humildes, altos, bajos, poseedores de grandes casas, e incluso gente que tiene que sobrevivir en la calle. Se puede considerar un centro turístico, Florencia recibe miles de turistas a lo largo de semanas, meses, y años, por lo tanto es algo muy común el ver gente nueva y no tan nueva para sus residentes. En definitiva, Florencia, una bonita ciudad que visitar y donde vivir. Pero ... ¿Qué pasa cuando descubres que no todo es de color de rosa?, ¿Cuándo el mundo de los ricos adolescentes se basa en noches repletas de drogas, sexo & alcohol?, ¿Cuándo descubres que a pesar de tenerlo todo en realidad no tienes nada? … Envidia, lujuria, egocentrismo, misterio e injusticia. Así es la vida de los jóvenes más prestigiosos de toda la ciudad.

-“Mi pequeña se hace mayor”- Fue lo primero que Franco le dijo a su hija mientras sacaba de una bonita caja su regalo. Un collar que había pertenecido su esposa, madre de ella y también más antiguamente a su mujer.
Franco Dozzetti había organizado la mejor fiesta del año para complacer a su ya no tan pequeña hija. El ambiente se podía considerar fabuloso, y la noche no podía ir mejor. Los jóvenes se dejaban llevar, por la noche, por la música, y por las grandes dosis de alcohol que habían infiltrado sin que ninguno de los adultos se diese cuenta de ello.

11 y media de la noche, todo el mundo estaba expectante, era la hora de que Beatrice mostrara ante todos las palabras que llevaba días y semanas preparando… Sólo había un pequeño problema, Beatrice había desaparecido. “Estará en el baño”, esa es una de las varias opciones que pensaban la mayoría de los ingenuos que estaban presentes en aquel lugar. Pero tras 2 horas que fueron eternas, sobre todo para Franco, Beatrice seguía sin aparecer. Todo había sido muy rápido, la gente estaba confundida, y sus amigos llevaban demasiado alcohol en el cuerpo como para acordarse de algo, si es que lo habían visto.

Franco ya había conseguido lo que tras cinco meses había estado intentando, reabrir la investigación sobre la repentina desaparición de su hija. Pero ahora con más rabia y con más ganas de venganza que hace 5 meses. Ahora el cabeza de familia había acudido al servicio de 12 jóvenes o no tan jóvenes para la ayuda en el caso de la desaparición. Un secuestro, esa es la opinión del señor Dozzetti sobre todo esto.“No voy a descansar hasta que encuentre al secuestrador de mi hija”.Eso es lo que salía diciendo en todas las televisiones, periódicos, y radios del país. Un país lleno de opiniones sobre este tema: Secuestro, desaparición voluntaria e incluso se llegó a hablar del suicidio. Pero todo eso son rumores, solo rumores los cuales ninguno se acerca a la realidad.
¿La conclusión de todo esto? Es que Beatrice sigue dando guerra. Varias deudas le siguen invadiendo, y a pesar de su desaparición, las denuncias también lo hacen. Y es que Beatrice no era la hija perfecta que todo Florencia pensaba, Beatrice era una más de todos los adolescentes italianos… dinero, deudas y drogas.
Ahora Florencia está más revolucionada que nunca, la policía toma la calle cuando quiere, y eso es algo que a los ciudadanos no les hace ninguna gracia. Actualmente se celebran reuniones mensuales en el ayuntamiento a las que asisten todos los ciudadanos. ¿Para qué? Para interrogar a todos estos. Las sospechas de que ha sido algún habitante de Florencia cada vez son mayores.